viernes, 18 de diciembre de 2015

Soñándote...


Quiero conciliar el sueño pero me falta tu voz,
necesito tu beso de las buenas noches,
tu susurro diciéndome que no te apartarás de mi lado,
que velarás mis sueños y que al despertar veré tu sonrisa sostenida en mí.
Necesito cerrar mis ojos y despegar mi mente al mundo de los sueños,
pero temo no encontrarte ahí,
por esa razón no puedo quedarme dormida.
Ansío verte aunque sea a la distancia,
ansío escucharte aunque por ahora no sea a mí a quien hables,
ansío sentir mi estómago apretarse al saber que nos podremos encontrar en algún lugar.
¿Serás tú mi amado? ¿Seré yo la mujer que te saciará?
Quisiera saber las respuestas ahora, pero tendré que continuar esperando…
Esperar… Y ¿Esperar hasta cuándo?
Espero ser sorprendida… Espero sorprenderte y grabarme a fuego en tu retina y en tu corazón.
No quiero que mi imagen te abandone, quiero que todo te recuerde a mí,
pues todo me recuerda a ti…
¿Estarás pensando lo mismo que yo? ¿Te preguntarás que pasa dentro de mí?
Me impresiona el universo que puede haber dentro de una persona…
… Espero ser el Universo que estás buscando…
… Espero seas las coordenadas que yo tengo escritas para que llegues a mis brazos…

lunes, 2 de noviembre de 2015

Corazón de Chocolate...


Al saber tus pasos cerca, mi corazón se derrite con a tu andar;
al sentir tu figura caminar junto a la mía, me estremezco.
Te escucho hablar sin palabras,
oigo la voz de tu mirada cuando se cruza con la mía.
Hablamos en silencio,
hablamos entre risas,
hablamos con lágrimas en los ojos
y con un beso en la frente.
Creemos en un mundo hecho a nuestra medida,
donde nosotros establecemos el idioma.
Creemos en la fuerza de unas manos bien tomadas,
en la amistad del alma,
en un trabajar juntos para siempre.
Soñamos despiertos cuando nos vemos
cuando nuestros estómagos se aprietan diciendo mil cosas.
Soñamos nuestro camino
mientras le damos tiempo al tiempo;
a ese tiempo sabio que hará brotar en el momento oportuno
una señal que diga: “Ya pueden estar juntos”…

sábado, 24 de octubre de 2015

Gotas de lluvia



El repiquetear de la lluvia sobre su rostro, la fría brisa que se levantaba congelando sus mejillas y la punta de la nariz, el sonido del pavimento mojado con el rosar de las ruedas de los vehículos y sus brazos extendidos como una niña mientras giraba bajo un farol encendido en la esquina de la calle contigua a su edificio, la hacían volar desde el alma.
Podía saborear las gotas que entraban a su boca cuando chocaban con sus dientes por la amplia sonrisa que expresaba.
El bailar de sus zapatos y el mover de su vestido en círculo, le evocaban sus más atesorados recuerdos de niñez, cuando danzaba con su tutú junto al piano mientras la abuela lo tocaba.
Su reacción se contraponía a la escena que la rodeaba; todos en ese momento corrían de un lado a otro intentando resguardarse de la lluvia, mientras ella la buscaba y bailaba a su compás.
Como efecto dominó se veía el abrir de paraguas; gorros sobre las cabezas, cuellos de chaqueta en alto, hombros encogido y cabeza gacha eran algunas de las cosas que se podían apreciar, mientras ella seguía girando sobre sí misma como si nada más le importara... Solo girar y girar, con esa alma de niña que con unas gotas de lluvia volvió a despertar.


(Fotografía: Patricio Salas)

viernes, 11 de septiembre de 2015

A pies descalzos



El olor a leche recién hervida y el sonar de los platos en la cocina, me despiertan en conjunto con los rayos de sol entrando por la cortina de mi habitación. Con cosquillas amistosas que pasean por mi rostro, me invitan a saborear un nuevo día.

De un brinco me levanto de la cama, me pongo lo primero que encuentro y salgo corriendo para colgarme del cuello de papá mientras pone algunos leños al fuego de la cocina.

Mamá por otro lado, con una sonrisa en su rostro enmarcada por sus enrojecidas mejillas, rebana un pan que acababa de hacer, colocando en él un generoso trozo de queso fresco.

Los rayos de sol tocaban ansiosos la puerta llamándome a jugar. 
Mientras papá insistían en que no me apresure en comer, pues podía atorarme con algo en la garganta.

Con el pan a medio tragar y con otro en la mano, le doy un beso a mamá y salgo corriendo de la casa, agitando aquel bocado que aún me quedaba, para llamar la atención de mi fiel amigo que se encontraba recostado moviendo su cola junto al calor del fuego.

Corremos a toda velocidad; lo hacemos como si estuviéramos en una carrera con los primeros rayos de la mañana, viendo quién llega primero a mi lugar favorito para recibir al sol en su inigualable entrada que da inicio a un nuevo día.

Mis sentidos despiertan y se afinan uno a uno; me deleito con ello.

El aire fresco moviendo mi pelo y acariciándome la piel, hace que mis poros se ericen y dé un pequeño escalofrío. Mis pulmones se llenan de ese aire; de ese aire tan puro como la mirada de un bebé recién nacido.

Mis oídos abrazan las notas musicales que entona la naturaleza a través del concierto de las aves, de mi fiel amigo jadeando, de los insectos que ya han despertado y pasean junto a mí, de las ovejas balando y alimentándose entre el rocío, e incluso, de la secreta canción del sol que levanta cada vez que se asoma tras la lejana cordillera.

Es inevitable sonreír; mi alma canta con esta música mientras mis pies discretamente danzan descalzos sobre el mojado pasto de la mañana.

Todo es una obra de arte, todo es perfecto, incluso la llegada silenciosa de mi padre que cubre mi espalda con una manta y con acogedores zapatos mis pies...

(Fotografía: Patricio Salas S. Chiloé, Chile)

jueves, 27 de agosto de 2015

Viajera


Devorando imágenes en desmedida
están sus ojos ante tanta perfección.
Su mirada se siente impotente
al no poder registrar fidedignamente tanta belleza;
se conforma con la sensación que se impregna en el alma
cada vez que se arranca un suspiro lleno de satisfacción.
Sus pies nómades y manos al volante
emprenden rumbo a la conocida ruta de lo desconocido.
Con un corazón y mente libres de cadenas que los aten
avanzan registrando kilometraje en el marcador de la experiencia,
saboreando la dicha de saber que donde quiera que esté
se encuentro en casa,

pues su hogar se llama: MUNDO. 


(Fotografía: Carol Délano K. V Región, Chile)

viernes, 21 de agosto de 2015

Una mañana de lluvia



Limpio haciendo un círculo la ventana empañada de mi habitación; las gotitas desde el otro lado del vidrio caen resbalando como haciendo una gran carrera. Miro hacia afuera y veo el viento sacudiendo los árboles; las nubes vienen cargadas de lluvia. 
Un niño camina por las calles con una gran sonrisa saltando por los charcos, mientras mira orgulloso sus botas de goma que protegen sus pies. Tras él camina su mamá, sonriente también, pero alertándolo cada cierto tramo para que no se moje más de la cuenta. 
Más allá, diviso un perro que avanza rápidamente por las calles buscando algún refugio antes de que caiga el aguacero, su cola entre las piernas y su tiritar me hace pensar en el frío que debe hacer. Lo sigo con mi mirada y entra al negocio que hay frente a mi casa, recostándose en el aserrín que hay amontonado en una esquina del piso; la señora María se compadece y lo deja ahí. 
Comienzan a caer las anunciadas gotitas de lluvia; voy a ver el fuego y pongo un poco más de leña. Vuelvo a la ventana y la limpio una vez más. 
Comenzó un gran aguacero, es tan fuerte que no logro ver la esquina de la calle. Caen granizos; todo está quedando blanco. Saco mi mano por la ventana entre abierta y me caen algunos del tamaño de una habichuela... 
Dejó de granizar; veo que vienen de regreso el niño con su madre. El pequeño se percibe aún más extasiado con la aventura, pues ahora todo el suelo cruje con los pequeños cristales de hielo e imagina estar en la montaña más nevada. 
Sin duda, fue su mejor salida a comprar pan...

lunes, 17 de agosto de 2015

Amor para toda la vida


Son tus caricias,
tu mirada,
tus besos los que logran derretirme.
Son tus manos las que con su suavidad me curan del cansancio,
tu risa, la que se vuelve melodía en mis mañanas
y tu voz, la que con dulzura me alienta diciendo:



“Te Amo, eres la mejor mamá del mundo”.

domingo, 16 de agosto de 2015

Descanso "mode on"


Cuando la luz del día comienza a menguar, uno a uno van apareciendo los destellos anaranjados de una ciudad adormecida.
Párpados que se entrecierran después de una jornada llena de actividades; cuerpos con el rastro de las horas transcurridas y que piden al caer el sol, reposar aunque sea solo unos minutos en absoluto silencio. 

Cuando el palpitar de los músculos cansados a cesado, una nueva ruta se traza para llegar a la mejor cita de la noche; la almohada.

jueves, 13 de agosto de 2015

Una singular historia de amor



El sol entre las nubes mira tímidamente cada ola alborotada que se regocija sobre la arena. 
Observa cómo se abrazan y abandonan en un juego coqueto sin fin.                                   

La espuma adorna ese paseo; vaivén de cómplices risas entre la arena y el mar.                        
Un reventar de olas aquí, y más allá la misma historia de amor se repite.

Se extiende así a lo largo de toda la playa, permitiendo a los caminantes disfrutar de este permanente espectáculo; romance secreto, que en los últimos rayos de sol, se logra descubrir en su singular danza de amor.

(Fotografía: Carol Délano K. Viña del Mar, V Región, Chile)

miércoles, 12 de agosto de 2015

Me Presento



Alguna vez fue plantada la semilla dentro de mí y comencé a soñar…
Soñaba con letras que me abrazaban,
que me tomaban de la mano y  guiaban a descubrirme dentro de ellas.
Letras amigas,
letras consejeras,
letras compañeras de camino;
de este hermoso camino llamado Vida.
Tuve de niña las caricias de las palabras,
aquellas que se entrelazaban a mis dedos
para salir como  garabatos de una aprendiz de la escritura.
Caminaba día a día  junto a mi lapicera registrando eventos,
inmortalizándolos como imágenes dentro del alma.
Desahogo de mi adolescencia,
novio de mi juventud,
amado de mi vida.
Así han sido las palabras,
una pasión que no se ha dejado extinguir,
que reclama su espacio y me llama a gritos para que le dé su lugar.

Y éste amigos míos, es su nuevo hogar…